Cae
la tarde. El roble, aislado ermitaño sin ermita, se yergue sobre el
prado y su sombra se alarga hasta el infinito. Él, que nació para ser
bosque, vive recluido en su huraña soledad. Imagino sus raíces que
buscan raíces, sus ramas que buscan ramas, su aliento que busca sin
hallar otros oídos y otras almas. Nadie le disputa el sol, pero ya no
aguanta su ahogante soledad. El Rey entre el pasto bajo, abstraído, contemplando la tarde que se extingue. Otra tarde, otro año, otro siglo vivido en el destierro.
¡Qué suplicio la soledad, si no se elige!
¡Qué suplicio la soledad, si no se elige!
Juan Goñi
"Quiero ser capaz de estar sola, encontrarlo nutritivo, no una simple espera."
Susan Sontag (1933-2004) Novelista y ensayista estadounidense.
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