Iré a buscarlos. Los traeré de vuelta.





.- El miedo es casi tan viejo como yo –Me dijo el bosque entre susurros
.- Pero, ¿Miedo a qué?
.- A perderse en mis adentros. A escucharme suspirar. El temeroso teme el crepitar de sus propios pasos; teme hasta a sus pensamientos. Teme a la libertad.
.- A mi no me das miedo.
.- Temo a los temerosos. Son los primeros en empuñar el hacha –Cuchicheaban las hayas al unísono.
- ¿Tú tienes miedo a algo?
.- Si. Temo a su miedo. – Siseaba el riachuelo
.- Son tus hijos. También ellos.
.- Hijos envenenados por el miedo… rotos. Tan vulnerables, tan lastimados. Mis hijos… mis pobres hijos. Tan lejos, tan trastornados.
.- ¿Volverán?
.- No lo dudes. Quizá demasiado tarde. – Chismorreaban dos currucas a mi paso.
.- Iré a buscarlos. Los traeré de vuelta. A todos. Dejarán de temerte. – Le prometí yo, lleno de esperanza.
.- Ve a buscarlos…. Ve a buscarlos…. Ve a buscarlos… - Repetían los ecos de su voz profunda entre los diáfanos espacios del Bosque. 

Y el día se apagaba dulcemente entre limpios y callados anhelos de futuro.

Alientos de libertad entre las últimas luces del día.

…..

.- ¡Eh! Amigo. Hermano, ven aquí, dame un abrazo. He venido a buscarte. Padre nos necesita.

Juan Goñi.

0 comentarios:

Publicar un comentario