El sapo y el ciempiés

Un sapo demasiado curioso observaba asombrado los ires y venires del ciempiés.

Un día se atrevió a preguntarle:

"¿Cómo te las arreglas para mover todas tus patas de forma tan rápida y ordenada?"

El ciempiés se detuvo, comenzó a pensarlo, pero fue inútil,

no pudo volver a dar un solo paso y se murió de inanición.

0 comentarios:

Publicar un comentario