Revisando los nidales.


Ayer, tras un paseo maravilloso por Bertiz, me dediqué a revisar los diversos nidales que a lo largo de los años he ido colocando por aquí y por allí. Muchos de ellos están ocupados, mayoritariamente por “páridos”, más concretamente por carboneros comunes, carboneros palustres y herrerillos. También algunos trepadores azules.

Os presento estas fotos que saqué ayer. Disculpad la calidad, pero de ninguna manera quería que mi curiosidad pueda poner el peligro las nidadas, por lo que las fotos están sacadas de muy lejos. Como veis, estos nidales están realizados con tubos de poliuretano de bajantes de aguas, rescatados de un vertedero y reciclados para este fin. Son muy fáciles de hacer, su realización no tiene ninguna complicación, y duran muchísimo, aguantando la intemperie sin ningún problema. 


En esta primera foto puedes ver a un carbonero común, que se acerca al nido con una oruga en el pico. 


En la segunda, el carbonero ha dejado ya la oruga en los buches de su prole, y sale del nidal con las heces de sus pollitos en el pico, una acción que se repite siempre para mantener el interior del nido lo más limpio posible.



En la tercera foto, otro de esos nidales que alberga en su interior un nido de herrerillo común.
Muchas veces, ayudar a la Naturaleza es tan sencillo como esto. Y siempre que de alguna manera he intentado ayudar a la Naturaleza, ella me devuelve el favor con creces. Todavía me emociono cuando veo que en alguna de mis cajas nido hay gestándose una nueva generación de aves. Que, de alguna manera, yo he puesto un granito de arena para que la vivacidad siga campeando por las praderas y los bosques de esta Tierra.

Juan Goñi

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