Tormenta de verano

A veces, al final del verano, el cielo parece venirse abajo. Rayos y truenos, vientos que arrastran remolinos de hojas, estruendo las copas de los árboles zarandeados...

En esos momentos recuerdo lo que decía mi abuela: "Lo que se promete en la tormenta, se olvida en la calma."

Pero déjame que por ahora me quede en la tormenta. Antonio Vivaldi compuso en 1725 una obra descriptiva de cuatro conciertos para violín y orquesta, que a través del lenguaje musical evoca distintos aspectos de las estaciones del año. Son las llamadas "Cuatro estaciones de Vivaldi". En tercer movimiento del "verano": Concerto n.º 2 en sol menor, Op. 8, RV 315, "L'estate" es un "presto" en el que se evoca la tempestad. Me quedo con esa sensación que todos hemos vivido, mucho más vívida si se padece en lo profundo de un bosque.

Y déjame que, para rememorar esas sensaciones, te ofrezca esta versión un poco diferente a las habituales. Esta moza se hace llamar "Tina S", tiene solo 14 años, y maneja con esta soltura la guitarra eléctrica. Una inyección de vida para despertar a un sábado de un verano que languidece. Dos minutos y medio de "tempestad acústica" y virtuosismo. Después... ya llegará la calma.



Juan Goñi

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