Debimos quedarnos allí.

 Sendero en Aralar -Navarra - Nafarroa.

Aunque ya hacía un buen rato que había amanecido, todo parecía como recién levantado, como si el mundo hubiera decidido quedarse a desayunar en la cama. Holgazaneaba el día sin decidirse a fortalecer luz, trinos y calor. Nadie diría que estamos a últimos de julio, cuando el sol es más vigoroso. Y, como suele suceder, tú y yo vagábamos despacio por la arboleda contagiados por tanta pereza.

Ya no recuerdo si había más gente, seguro que sí. Me regalabas tus silencios. Caminaba mecido por el regular sonido de tu vara, que chapoteaba rítmicamente en la hojarasca, acunado por los suaves murmullos de tu respiración levemente sofocada por la cuesta. No retengo una sola palabra, pero seguro que hubo mil. Hoy diría que charlábamos animosos en silencio absoluto; la memoria, tan impostora, siempre se queda con el meollo de las cosas. Los contornos del recuerdo, tan desdibujados por la bruma, se me escapan un poco cada minuto. Solo sobrevive mi foco en aquel sendero: tu presencia; tu compañía en aquellas trochas que tantas veces hollé en soledad.

Y a la vuelta del camino, el árbol caído que nos impedía torpemente el paso. Los árboles no impiden nunca nada, y de ahí su desmañado intento de detenernos. No recuerdo cómo superamos el obstáculo, tampoco es importante. Lo cierto es que ignoramos la advertencia y continuamos. Hoy, deslucido y triste, me pregunto por qué no hicimos caso a aquel consejo. Hoy me arrepiento y lamento mi torpeza; debimos quedarnos allí, obedeciendo a la arboleda, acatando su consejo. Así quizá hubiésemos tenido tiempo de despedirnos. Así quizá, aun estarías conmigo.

Dedicado a tod@s es@s amig@s que dejaron sus huellas, junto a las mías, bajo la arboleda, entre los recónditos senderos del pasado. A tod@s l@s que me dejaron tan solo bajo el bosque. 

Dedicado a ti.

Juan Goñi.

Ya pasó
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Qué raro que seas tú
quien me acompañe, soledad,
a mí, que nunca supe bien
cómo estar solo.

Soledad (Jorge Drexler)

 



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