Decía Darwin, que algo sabía de esto, que los animales
tienden a ser felices. No tiene sentido, según él, que la Evolución genere
seres infelices, y yo estoy de acuerdo. Nosotros, "el grado sumo de la
Evolución", deberíamos ser los más felices entre los seres vivos. Está
claro que una tribu feliz debió prosperar más y mejor que una infeliz, así
pues, parece lógico pensar que somos herederos de los más felices de entre los
simios, es decir, de los mejor adaptados a la Vida. Pero cuando un animal es
separado del mundo natural aparecen neurosis, comportamientos
obsesivo-compulsivos, depresiones etc. No hay más que ver a muchos animales
cautivos en zoos o en granjas masificadas para corroborar este extremo.
Nosotros somos animales, compartimos con ellos el ánima (animal viene de
ánima), que es la que según Aristóteles nos proveía de "las ganas de
vivir", la alegría. Los animales tienen alma cuando viven en contacto con
la Naturaleza, pero cuando son arrancados de ella pierden ese ánima y se
sientes des-animados.
La Humanidad ha sido arrancada de la Naturaleza, desgajada
de ella, vive (o mejor, malvive) de espaldas a ella; la Humanidad ha perdido el
alma, y por eso está desanimada, desalmada, inanimada.
Recupera tu alma, amigo mio, vuelve a conectar con la
Naturaleza, ama, siente, ríe, juega, permítete ser feliz: ¡Vive!
Recuerda esa frase del mismísimo Charles Darwin:
“Los animales, al igual que el hombre, sienten placer y
dolor, felicidad y miseria de forma manifiesta. La felicidad no se demuestra
nunca mejor que por los cachorros jóvenes, como los perros, los gatos, los
corderos, etc., cuando juegan juntos, como nuestros propios niños”.
Todas estas cosas se me ocurrían mientras observaba a estos
cuticos (cerditos) jugando, mamando, viviendo e indudablemente, siendo felices,
en contacto con Nuestra Madre Naturaleza.
Me gustaría acompañarte, si lo deseas, en ese viaje a
nosotros mismos y a nuestras raíces, en ese reencuentro rebosante de Felicidad
con nuestra Madre y nuestro Destino, porque la única forma razonable de ser es
ser felices, recuperar nuestra ánima para recuperar nuestro ánimo y conectar
definitivamente con la Naturaleza. Elige felicidad, elige siempre Naturaleza.
Yo te estaré esperando.
Juan Goñi.
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