Comió y comió el monstruo, hasta que, hastiado, se durmió.
Atiborrado, no puede
digerir su impúdico banquete.
Ahora, mientras duerme, algunos tratan de reanimarlo.
Otros tratamos de que
nunca más despierte.
Foto : Graffiti en Milán.
Por el artista urbano de Clamart, (Francia)
Por el artista urbano de Clamart, (Francia)
Texto: Juan Goñi
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