Hongos.



Hongos saprófitos en Bertiz.
 
Se calcula que hay 4 especies de hongos por cada especie vegetal (plantas vasculares). Esta relación se multiplica por 8 en las zonas tropicales. Para hacerse una idea de la complejidad y la diversidad de este apasionante mundo de los hongos, os diré que se estima que en un solo gramo de suelo de bosque hay entre 20.000 y un millón de individuos fúngicos, es decir, de hongos. Hay descritas 69.000 especies de hongos y se calcula que existen al menos tres millones de especies de hongos, casi la mitad de ellos asociados a los insectos. En la península ibérica hay descritas unas tres mil especies de hongos.

Los hongos juegan un papel fundamental en la Naturaleza. Al menos el 80% de las plantas vasculares están asociadas a hongos. Sin la ayuda de estos hongos, las plantas no aguantarían las inclemencias meteorológicas como las sequías, no soportarían la falta de nutrientes en el suelo, y serían mucho más vulnerables a los ataques de bacterias o insectos. De hecho fue esta simbiosis la que facilitó la conquista de la tierra firme por parte de las plantas. En el periodo carbonífero los hongos aprendieron a alimentarse de las ingentes cantidades de materia orgánica en descomposición, y así aparecieron los hongos saprófitos. Hoy por hoy, los hongos saprófitos siguen ejerciendo la impagable función de descomponer la materia orgánica, convirtiéndola en materia inorgánica, imprescindible para el crecimiento de las plantas y por lo tanto cerrando el ciclo.

Hay hongos que colaboran con los insectos para que estos consigan un alimento de mayor calidad, como ocurre con los hongos Termitomyces, que ayuda a las termitas subsaharianas a alimentarse con los azúcares que produce al metabolizar la materia orgánica que le proporcionan las propias termitas.
Pero también hay hongos parásitos; parásitos para nosotros (por ejemplo el “pie de atleta”), parásitos para las plantas, parásitos para los insectos o incluso parásitos de otros hongos.

A su vez, los hongos necesitan la cooperación (simbiosis) con las algunas bacterias para poder subsistir. Es el caso de las Chantarellas, que necesitan están infestadas por bacterias del género Pseudomonas para poder fructificar.

La recolección descontrolada de hongos en nuestros bosques causa un daño enorme al propio bosque. Cada vez se recogen individuos más jóvenes (inmaduros) e incluso se remueve el sustrato, rompiendo el micelio y afectando gravemente la salud del suelo. Debemos proteger la continuidad de la comunidad fúngica de los bosques si deseamos seguir disfrutando de las arboledas. Se imponen estrictas medidas en pro de la defensa de los hongos, controlando juiciosamente su recolección, y evitando afectar al suelo. Potentes campañas de educación ambiental y de divulgación se imponen como solución de futuro. Podremos disfrutar de los hongos y setas siempre y cuando empecemos cuanto antes a recolectarlos de forma sostenible y respetuosa, y esa es, en definitiva, una obligación para todos. 

Conocer para respetar, 
respetar para amar,
 amar para defender. 

Juan Goñi

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