La Cigüeñuela - Zankaluzea



Cigüeñuela - Zankaluzea.
Foto de Cesc Jurado.

La cigüeñuela (Zankaluzea - Himantopus himantopus) es un ave limícola, de unos 35 cm. de longitud y una envergadura de entre 67 y 83 cm. Vive siempre cerca de aguas con gran productividad biológica: lagunas, salinas, deltas y estuarios, marismas... en la Península la encontramos sobre todo en el Delta del Ebro y en las Marismas del Guadalquivir, aunque también es frecuente en humedales del interior peninsular, sobre todo en las dos Castillas, Aragón, Madrid, Extremadura y por supuesto, Navarra.

Cuando camina, esta  es un ave de porte “estrambótico”, con sus desmesuradamente largas patas rosadas. Resulta inconfundible con su coloración blanca y negra, y su largo pico recto. En vuelo también fácilmente reconocible por su forma de estirar las patas, ligeramente caídas, y su cuello recogido, lo que le da un aspecto extrañamente alargado. 

Es un ave relativamente silenciosa, pero cuando se alarma o se cree amenazada emite un canto nervioso y repetitivo: “Peit!! Peit!! Peit!!”. 

La cigüeñuela se alimenta preferentemente de pequeños moluscos o crustáceos que encuentra escarbando en el fango con su pico alargado. También los insectos acuáticos, larvas de insectos, gusanos y pequeños pececillos forman parte de su dieta.

Anida siempre cerca del agua, a menudo prácticamente en la orilla, por lo que las subidas de nivel de agua debidas a fuertes lluvias primaverales o a la mala gestión de humedales, puede causar la pérdida de numerosas polladas. La cigüeñuela pone habitualmente cuatro huevos que tardan 3 semanas en abrirse. Los polluelos son nidífugos, esto es, abandonan el nido pocas horas después de nacer, para ocultarse entre la vegetación cercana. Si algún depredador (o algún pajarero) se acerca demasiado al lugar de anidamiento, la cigüeñuela trata de atraer la atención del intruso aparentando estar herida, con vuelos cortos y caídas frecuentes, intentando alejar al inoportuno husmeador lejos de sus pollitos o sus huevos.

La cigüeñuela se distribuye por casi todo el mundo. La subespecie que podemos observar en Europa es la “himantopus”, que ocupa Eurasia y África, desde Europa meridional y Mongolia hasta Sudáfrica y Madagascar. La mayoría de nuestras cigüeñuelas partirán en menos de un mes hacia sus cuarteles de invierno, mayoritariamente en los lagos y humedales del norte de Nigeria.

La cigüeñuela es el limícola más frecuente en nuestras latitudes. No es difícil encontrarlas en casi cualquier humedal de nuestra comunidad. Sus pasos desgarbados, su andar inconfundible, forma parte del paisaje de los ecosistemas lacustres, junto con el vuelo del aguilucho lagunero, la estampa inmóvil de la garza imperial o el sonido inconfundible de las fochas o del carricero tordal, el elegante nadar en espejo de los somormujos lavancos o las contantes zambullidas de los zampullines.

Los humedales son hábitats extremadamente importantes para la conservación de la Biodiversidad. Hemos de protegerlos, cuidarlos y amarlos para que su increíble vivacidad permanezca y se consolide, y siga emocionándonos con la maravillosa diversidad de formas de vida que atesoran, con la enorme belleza que acumulan sus aves y sus paisajes, con la singular sinfonía de sonidos y colores con las que se engalanan estos tesoros únicos en nuestros ecosistemas. 

Juan Goñi

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