Musgos sobre el tronco de un roble en Bertiz.
En el tronco de cada árbol del
bosque hay un bosque. Millones de bosques en cada bosque; en sus superficies
rocosas, en su madera muerta, junto al riachuelo… Bosque de bosques es el
bosque que amo.
Los musgos son las primeras
plantas que emergieron del agua para conquistar la superficie emergida; hace ya
450 millones de años de esto. Los musgos retienen el agua de lluvia, pudiendo absorber
trecientas veces su propio peso en agua. La filtran, la limpian, la acumulan y
la van devolviendo al bosque cuando el ambiente se reseca. Los musgos son los
pioneros en la colonización de las más variadas superficies, destacando su
función como “formadores de suelo” a partir de la roca madre.
Los musgos son la segunda familia
más numerosa y variada en el fascinante mundo de las plantas. Son además las
primeras víctimas cuando las cosas no van demasiado bien en el bosque, y
desaparecen rápidamente si la arboleda se ve afectada por la contaminación o
por la lluvia ácida. La presencia de musgos es un excelente indicador de la
salud de un bosque.
Los musgos se perfuman para
atraer a ácaros y colémbolos, que son unos minúsculos artrópodos. Estos animales
les ayudarán a diseminar sus esporas, les ayudarán a conquistar nuevas
superficies y nuevos territorios.
Musgos y colémbolos, los primeros
representantes de los linajes de las plantas terrestres y los animales
respectivamente, colaboran desde hace 450 millones de años, y esta
colaboración, sin duda, ha guiado la evolución biológica de animales y plantas,
sentando las bases para la colonización de la tierra en la Tierra.
Juan Goñi
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