Hambriento aún de más verano.

Anochece en silencio entre las montañas de Malerreka

Los días de agosto van pasando con sus cielos grises y su brisa fresca. El bosque silencioso se va preparando para el regreso. El regreso al que regresa el bosque cada día; porque  para el bosque, vivir es regresar.

El suelo de la arboleda, tan olvidado, empieza a reclamar atención. Todo es gracias a él, y los árboles lo saben, y por eso empiezan sus ojos a mirarlo con cariño.

Acaricio con mis mirada los hongos que amanecen por doquier, las primeras hojas vencidas al amor por la tierra, que vuelven al seno, que regresan a su origen. Otra pirueta acontece en el bosque volatinero y equilibrista; un ojo en las alturas y el otro en la tierra, sin perder nunca de vista el camino de regreso.

El sol se pone, rojo y debilitado. Agosto agoniza. Todo regresa, aunque a mí me falta un poco de sol, y por eso me demoro en las alturas silenciosas, hambriento aun de más verano.

Daniel Barenboim con la Chicago Symphony Orchestra
interpretan "Nimrod" - Enigma variations
de Edward Elgar. 


Juan Goñi.

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