Hayedo en invierno,
por mi amigo Antonio Martínez López
"Muchos son los paseos y recorridos
paisajísticos que hemos realizado en los más de diez años de nuestra existencia
como Grupo Organizado. Primero efectuamos los que conocíamos y cuando no nos
quedaban más fueron personas de nuestro entorno quienes nos guiaron dejando evidencia de hitos y reseñas que
marcaban la ruta sobre una especie de croquis
para poder archivar y reutilizar. De todos ellos guardamos vestigio
documental a modo de fotos, planos y
guías, además de una percepción personal casi siempre buena.
Pero sin duda alguna, el recuerdo emocional se dispara con ventaja
en el paseo realizado esta primavera en
Baztán al amparo de “mírame!
Navarra al Natural”. La expectativa de quienes nos teníamos por expertos
senderistas y el escepticismo de los urbanitas que nos acompañaban con el ánimo
pasar un día de campo, se vieron sorprendidos por el relato de quien conducía
el Itinerario, Juan Goñi a quien
conocíamos por primera vez a pie de maqueta y deshacía el deshielo con sutiles y sencillas preguntas,
abonando a modo de aperitivo lo que iba a convertirse en un suculento y
digerible banquete medioambiental.
La mezcolanza de elementos naturales
biológicamente estables armonizando y
dando sentido a la existencia humana se compaginaba con la leyenda y la interpretación de hitos antropológicos que extendían sus raíces desde los albores de
la humanidad hasta la actualidad, a través de generaciones anónimas. El papel
del bosque como uso y cobijo, adquiría una nueva dimensión acogedora, lejos de
la hostilidad con que habitualmente se pinta y que sirve como excusa a su destrucción y deterioro. Fueron los niños que llevábamos quienes
primero cayeron en las redes del relato, pero a poco a poco, el resto de
adultos jóvenes y maduros, fuimos cautivados por una especie de bucolismo mágico que nos
sumía en otros mundos reales o imaginarios pero posibles, y nos invitaba a mantenernos bajo el manto de
su fresca y a la vez, cálida influencia.
Cuando al día siguiente publicamos
las fotos de la experiencia, las acompañamos de una breve reseña que
caracteriza nuestra forma de hacer. Esta
fue nuestra impresión:
Baztán nos acogió una vez más con
la magia y la cordialidad de su nobleza. Bertiz a la mañana y algunos de sus
rincones más recónditos a la tarde formaron parte de un itinerario magistralmente
conducido por -el desde ayer-nuestro amigo Juan.
Las razones biológicas del paisaje condicionadas por usos y costumbres se acompasaban con los trinos nupciales de pájaros integrándonos poco a poco en el silencio del bosque. La mitología del lugar aparecía en nuestra imaginación a través de la sutil sugerencia de nuestro amigo y mientras Basajaun vigilaba nuestro camino, el Acordeón de Martín lanzaba su melodía a la Lamia enamorada. Quizás la noche estrellada nos permitiría detectar su presencia cerca de la a Osa Mayor.
La Antropología y la historia revivieron formas y desde el alto de Amaiur a la encrucijada de Infernuko Errota, hazañas y desventuras de otros tiempos se mezclaban con vestigios de supervivencia antaño dura y hoy más bucólica. Un magnífico día para unos maravillosos lugares a los que sin duda retornaremos.
Medio año ha transcurrido de este
paseo, en aquella incipiente primavera. Recordándolo se despierta ese deseo de
repetirlo ahora bajo el prisma de un otoño benigno, enseguida cuando los ocres
de los mantos bajan al suelo y los esqueletos de los árboles se muestran
altivos y desafiantes al frío invierno, quizás en una nueva eclosión de yemas y
verde luminoso, o en…… cualquier momento, siempre que sea escoltado por el
Amigo Juan."
Víctor Huete Peláez
Asociación de Estudio de la
Naturaleza MUÉRDAGO
Cascante, Navarra.
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