Herrerillo común levantando el vuelo
en el Robledal de Orgi, Ultzama, Navarra, Nafarroa.
Los
cielos se abren de par en par de nuevo. Cientos de miles de aves entran en la
Península por Gibraltar: milanos negros, aviones y golondrinas, anátidas, limícolas
y alimoches. Y otras tantas ya se retiran a sus zonas de cría: grullas,
ansarones, zorzales, palomas. Los flujos migratorios están de nuevo en su
apogeo. Nadie puede quedarse quieto en las autopistas del cielo. Algunas otras
aves, en cambio, están preparando sus esponsales: ya cantan descarados a poco
que asome el sol, y aun cuando no lo hace, los carboneros, herrerillos, mirlos,
chochines, zorzales, agateadores o reyezuelos. Las más grandes incluso tienen
ya a su progenie nacida como por ejemplo los buitres y los búhos reales. La luz
crece a ojos vista, y el mundo, que se mueve bajo la batuta del sol, comienza a
desperezarse. Pese al frio y a las copiosas lluvias de este febrero de
tiritona, a nadie se le olvide, la primavera se huele y sobre todo se oye para
quien tenga oídos para oír.
Las
aves nunca llegan tarde a ningún lado. Afortunadamente tampoco llegaron tarde a
mi corazón. Hoy me voy a la Feria Internacional de Ornitología, a Monfragüe, a
esa tierra que me tiene cautivado. Algunos dicen que Extremadura es la tierra
que más vuela. Extremadura y sus cielos disfrutan de algunas de las especies
emblemáticas de Iberia, sin duda. Y para los que solemos embarrarnos las botas
con las lluvias cantábricas, disfrutar del majestuoso vuelo del buitre negro, o
del ruidoso alboroto de un bando de rabilargos, o de la silueta soberbia del
águila imperial surcando la dehesa son algunos de nuestros sueños más
rememorados. La Portilla del Tiétar, el Salto del Gitano, el impresionante
paisaje que se abre desde el propio Castillo de Monfragüe son panoramas que
nunca olvido. No sé si Extremadura es la tierra que más vuela, probablemente sí,
porque mucho cabe bajo las alas de un buitre negro, mucha vivacidad aguarda en
las infinitas dehesas. Lo que sí que es seguro es que yo vuelo mucho y muy lejos
cuando recuerdo Extremadura, sus parajes y sus aves. Hoy haré lo que hacen las
grullas, y cruzaré los Pirineos para ir a invernar, aunque solo sea por unos días,
a la primavera que ya despunta en Extremadura. Mientras tanto, recuerda siempre
ese consejo de mi buen amigo Joaquín Araújo, extremeño de corazón, cuando dice:
“Vuela por encima de tus sueño.”
Mientras
tanto comparto contigo este video que quizá nos ayude a volar durante esta
mañana gris y húmeda. Quizá estas imágenes nos ayuden a elevarnos un poco más
alto que nuestros propios sueños, escondidos entre las alas de estos seres tan
excepcionalmente bellos, tan excepcionalmente libres que son las aves.
Grabado en:
-
Riglos y el Valle de Tena (Huesca)
-
Bardenas Reales (Navarra)
-
Montes de Toledo y Andújar (Jaén)
-
Albufera de Valencia y Dénia
-
Tablas de Daimiel (Ciudad Real) y Doñana (Huelva)
- Costa de Murcia y Almeria.
Juan Goñi
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