Saborear los alientos del mundo...

 Malerreka, Navarra, Nafarroa, ayer.

Mis paisajes despiertan, y yo con ellos. Los panoramas crepitan al son del amor desenfrenado. Los colores revientan por doquier, los aromas lo inundan todo. Los robles ya están vestidos, como los espinos o los alisos. Los fresnos se están vistiendo y las hayas remolonean aún. Los cerezos nievan, los ciruelos gestan galaxias de rosas y fucsias. Los prados están sembrados de oro y plata y los atardeceres son de bronce en este pódium primero y veraz. Los regatos cantan, abundantes y limpios, tan irreprochables... 

Y entonces...

Entonces alejarse del ruido y contemplar; con los cinco sentidos. Y volar con la imaginación por los cielos puros, infinitos. Despojarse de envidias y no envidiar nada. Dejarse de bobadas y embobarse para no hacer el bobo, sin más prisa que la que tiene la primavera. Invadir con la mirada cada rincón, pacíficamente. Acariciar con la retina los ondulantes paraísos verdes, sin cansarse. Limpiarse con cuidado los tímpanos con el líquido trinar del mundo. Tacto que es mirada curiosa, caricias de sonidos intactos, emociones que son miradas dulces. Amor incondicional por lo que incondicionalmente está conmigo. Dejarse el alma en los senderos y esconder el corazón en trocitos, allí donde aún no se oye el tráfico traficante de prisas y humos. Bañarse en el sol, zambullirse en la belleza, besar todas y cada una de mis lontananzas, con cuidado de no olvidar ninguna. Dejar abiertas las puertas de mis entrañas para que me entre abril hasta las tripas. Saborear los alientos del mundo. Ser parte de lo que es parte de mi, ser uno entre millones para ser uno más, ni más ni menos. Diluirme en derredor, y amar a lo próximo y a lo remoto. Dejar de distinguirse entre lo demás, comprender de una vez por todas que mis adentros están en mis afueras.

Todo eso. Y entonces... entonces ser feliz. Así de simple. 

Juan Goñi

Foto: Aquí abajo, a la derecha, Gaztelu. Un poco más allí Donamaria, Igurin y Artze. Detrás Oitz. Al fondo las primeras estribaciones de Basaburua Menor. A la izquierda el cordal de Belate. Este es el delicioso Valle del Ezpelura. En #Navarra, #Nafarroa.

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