En la transparencia de una mañana clara de abril

En la transparencia de una mañana clara de abril se derraman los pétalos de las flores del cerezo, junto a mi casa, como una nieve blanca y primaveral, sobre el prado florido y reverdecido. El día promete bendiciones y resurrecciones, la primavera se corona y ocupa su trono de campos y flores. Las aves cantan al unísono en una prístina anarquía de sonidos ubicuos. Bertiz me espera con sus robles estrenando atuendo, con sus hayas despertando somnolientas, estirando sus ramas quietas entre la espesura del bosque. Y yo me apresuro, me calzo las botas y salgo, añorando mi propia fusión con la Naturaleza primaveral y recién estrenada. Feliz lunes travestido a domingo, feliz primavera de estrenos y resurrecciones, feliz degustación de paisajes y sensaciones. El Bosque nos espera, como siempre, con los brazos abiertos y la sonrisa clavada en cada uno de sus florecientes perdederos.

 Juan Goñi