Ovejas pastando en Olabidea (Baztán).
Al fondo el Mendaur.
Llueve y llueve en esta tierra ahíta
de agua y de invierno. Se trasquilaron hace semanas las ovejas del Valle,
soñando con una primavera que se esconde día tras día; se cantó la llegada de
la bonanza de mayo, que se quedó en promesa. Ahora el ganado chapotea en el
prado encharcado. Salieron las flores de las entrañas de la Tierra a adorar a
un Sol que ahora parece haberlo abandonado todo y a todos. Se quejan los
paisanos del suelo siempre embarrado, de las huertas encharcadas que parecen
dar al traste con los tomates, con las alubias, con las esperanzas de un tiempo
de sol y flores. El cielo permanece gris y gimotea, anegando el ánimo de las
gentes. Mis vecinos se soliviantan en la posada; nadie por estos lares recuerda
un mayo tan embustero, un mayo tan marzo, tan febrero. Cruel primavera esta,
fría y mentirosa que termina por aguarlo todo. El cielo llora copiosamente, día
tras día, como en un luto inquebrantable. Llueve y llueve, sin remedio, sin
pausa, sin mesura y sin piedad.
Parece que empieza a llover dentro de mí.
Precipitación acumulada hasta el 28 mayo 2013:
169 l/m2.
Media histórica de mayo: 109,8 l/m2
Desviación hasta hoy: +53,92%
Temperatura media mensual hasta el 28 mayo 2013: 11,7ºC
Temperatura media histórica en mayo: 15,4ºC
Desviación hasta hoy: -24,03%
Juan Goñi
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