Carretera de Orabidea
- Baztan – Navarra/Nafarroa
Foto de Felipe
Noguera.
Las estaciones son por lo menos
invierno, primavera y verano. El invierno es famoso por las bufandas y la
nieve. Cuando los viejecitos y las viejecitas tiemblan en invierno se dice que
tiritan. Yo no tirito porque soy niña y no viejecita y además porque me siento
cerca de la estufa. En el invierno de los libros y las películas hay trineos,
pero aquí no. Aquí tampoco hay nieve. Qué aburrido es el invierno aquí. Sin
embargo, hay un viento grandioso que se siente sobre todo en las orejas. Mi
abuelo Rafael dice a veces que se va a retirar a sus cuarteles de invierno. Yo
no sé por qué no se retira a sus cuarteles de verano. Tengo la impresión de que
en los otros va a tiritar porque es bastante anciano. Un niño de mi clase dice
que su abuela es una vieja de mierda. Yo le enseñé que en todo caso debe decir
anciana de mierda.
Otra estación importante es la
primavera. A mi mamá no le gusta la primavera porque fue en esa estación que
aprehendieron a mi papá. Aprendieron sin hache es como ir a la escuela. Pero
con hache es como ir a la policía. A mi papá lo aprehendieron con hache y como
era primavera estaba con un pulover verde. En la primavera también pasan cosas
lindas como cuando mi amigo Arnoldo me presta el monopatín. El también me lo
prestaría en invierno, pero Graciela no me deja porque dice que soy propensa y
me voy a refriar. En mi clase no hay ningún otro propenso. Graciela es mi mami.
Otra cosa buenísima que tiene la primavera son las flores.
El verano es la campeona de las
estaciones porque hay sol y sin embargo no hay clases. En el verano las únicas
que tiritan son las estrellas. En el verano todos los seres humanos sudan. El
sudor es una cosa más bien húmeda. Cuando una suda en invierno es que tiene por
ejemplo bronquitis. En el verano a mí me suda la frente. En el verano los
prófugos van a la playa porque en traje de baño nadie los reconoce. En la playa
yo no tengo miedo de los prófugos pero sí de los perros y de las olas. Mi amiga
Teresita no tenía miedo de las olas, era muy valiente y una vez casi se ahogó.
Un señor no tuvo más remedio que salvarla y ahora ella también tiene miedo de
las olas pero todavía no tiene miedo de los perros.
Graciela, es decir mi mami,
porfía y porfía que hay una cuarta estación llamada elotoño. Yo le digo que
puede ser pero nunca la he visto. Graciela dice que en elotoño hay gran
abundancia de hojas secas. Siempre es bueno que haya gran abundancia de algo aunque
sea en elotoño. El elotoño es la más misteriosa de las estaciones porque no
hace ni frío ni calor y entonces uno no sabe qué ropa ponerse. Debe ser por eso
que yo nunca sé cuánde estoy en elotoño. Si no hace frío pienso que es verano y
si no hace calor pienso que es invierno. Y resulta que era elotoño. Yo tengo
ropa para invierno, verano y primavera, pero me parece que no me va a servir
para elotoño. Donde está mi papá llegó justo ahora elotoño y él me escribió que
está muy contento porque las hojas secas pasan entre los barrotes y él se
imagina que son cartitas mías.
“Primavera con una
esquina rota”
Mario Benedetti
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