El paisaje está ahí para tu disfrute. De hecho, el paisaje
no es nada si no es en tus ojos. Las suaves montañas, los prados verdes, los
blancos caseríos, los bosques verdes, omnipresentes. Allí discurre un pequeño
riachuelo, más aquí pasta un grupito de vacas, y al fondo, en la cumbre desnuda
y verde de la montaña, se distinguen multitud de machitas blancas que reconoces
como grandes rebaños de ovejas. En el silencio íntimo que te rodea tu mente se
pregunta mil cosas, te interroga, y tú te limitas a dudar. El paisaje te coloca
en tu lugar, a golpe de belleza y armonía. Un olor penetrante a ganado llega a
ti viajando en la brisa suave del atardecer. Pero ahora se torna en suaves
aromas de manzanilla que blanquea el prado bajo tus pies. Los miles de millones
de hojas de las hayas que te rodean susurran al ser acariciadas por el suave
soplo del viento, pareciera que ronronean agradecidas, y tu ronroneas con
ellas. Sale tu alma de ti mismo, y se pierde en la inmensidad que se abre ante
ti. Planea tu yo emocionado por entre las montañas y los valles, acunado por
los vientos que traen lejanos aromas de mar y a vida. Escuchas el casi
imperceptible sonido de la vida que bulle bajo tus ojos; los grillos que
pueblan los prados, las pequeñas aves que colman las copas de los árboles, el
graznido estridente de la corneja que huye, la eterna cantinela de los
cencerros del ganado que pasta tranquilo, los niños que se bañan alborozados en
el suave meandro del rio, allí abajo. Pasan los minutos como segundos, pasan
los segundos como eones, y descubres que al cerrar los ojos el paisaje no
desaparece, la luz y los colores, las
formas y el horizonte se torna en sensaciones que barren tu mente sosegada. Ya
no hay tiempo ni espacio, solos tu y la inmensidad, y la apabullante sensación
de saberse unido a lo que, con los ojos cerrados, observas embelesado. Se anega
tu alma de paz y de calma, y vuelven las respuestas a tu mente deslumbrada.
Navarra al Natural, paisajes para tus ojos entornados, paisajes para ti.
(En la foto, parte de la comarca de Malerreka, en el noroeste de Navarra)
Juan Goñi
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