Alcaudón dorsirrojo - Lanius colirio - Antzandobi arrunta
La foto está obtenida de la página de
mis amigos de SEO Donostia.
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El alcaudón dorsirrojo (Lanius colirio; Antzandobi arrunta)
es un ave pequeña y grácil, no muy abundante pero tampoco demasiado dificl de
obsevar en las campiñas norteñas de Navarra. Como todos los alcaudones tienen
la cabeza relativamente grande. Son grandes cazadores de insectos (saltamontes,
escarabajos, avispas...), pequeñas aves (jilgueros, herrerillos, pollos de
multitud de aves), reptiles (lagartijas), o micromamíferos (ratones de campo,
musarañas, topillos...). Bien conocida es la costumbre de estas aves de
"empalar" a sus víctimas en las púas de espinos o alambres de
espinos.
Quizá una de las características más reseñables de la
conducta de esta ave es su extraña migración, única entre nuestras aves. Ahora,
a finales de verano, el alcaudón dorsirrojo migra hacia el norte en la
Península Ibérica, para después bordear el Mediterráneo hasta Italia o
mayormente hasta el Mar Egeo o hasta Turquía, pasando por la costa oriental
mediterránea hasta Egipto. Y desde ahí, por el África oriental hasta Kenia,
Tanzania, Zimbabue, Malaui y Zambia, donde pasa nuestro invierno. En primavera
este pájaro viajará hasta Arabia Saudí, incluso más al este, hasta Irak, y de
ahí girará hacia el oeste y viajará por la cuenca mediterránea hasta nuestras
tierras. Es lo que técnicamente se llama "migración en lazo”. Una aventura
de miles de kilómetros, recorriendo Europa, Asia y África, la de este
sorprendente alcaudón.
El alcaudón dorsirrojo está siendo noticia estos días porque
la Fundación Migres está ejecutando un estudio sobre sus migraciones. El
estudio de la evolución de estas migraciones desde las últimas glaciaciones
podrá aclararnos como está influyendo el cambio climático en la ecología y el
comportamiento de este pájaro, y por lo tanto, cómo está influyendo el cambio
climático en la fauna en general.
Si queremos mantener las poblaciones de alcaudón dorsirrojo
en nuestros campos hemos de gestionar debidamente el paisaje rural. El
progresivo abandono de praderas y su invasión por parte de matorrales, así como
el uso indiscriminado de pesticidas, reduce drásticamente la población de
insectos, por lo que desaparecen los recursos alimenticios y los hábitats
adecuados para la pervivencia de este pájaro. De hecho, las poblaciones de
alcaudón dorsirrojo presentan una tendencia negativa entre 1996 y 2001 según los
estudios y censos de SEO/BirdLife.
Conocer para
respetar,
Respetar para amar,
Amar para defender.
Juan Goñi
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