El Balcón de Pilatos, Ubaba, la boca del agua.



 Panorama de Ubaba, el Balcón de Pilatos, en Urbasa.

El Balcón de Pilatos nunca se llamó así. Los vecinos de la Améscoa Baja siempre llamaron a estos escarpes Ubaba, o Ubagua (boca de agua). Pero el nombrecito ha tenido éxito entre los turistas (también los navarros) que visitan estos cortados, y hoy en día es así como se conoce a este paisaje de belleza singular.  Desde aquí tenemos unas vistas magníficas sobre las Améscoas. 

La palabra Améscoa parece provenir claramente del euskera “ametz”, quejigo, lo cual encaja bastante bien con la vegetación predominante en este Valle. Actualmente se suele denominar “las Amescoas” a la unidad formada por la Améscoa Baja y la Améscoa Alta. Curiosamente, aun siendo vecinas  ambas entidades, en casi nada se parecen ambas. La Améscoa Baja siempre fue Valle y Municipio único. Lo forman los pueblos o lugares de Artaza, Baquedano, Baríndano, Ecala, Gollano, San Martín de Améscoa, Urra  y su capital,  Zudaire.  En cambio, en la actual Améscoa Alta los municipios siempre fueron independientes. Así pues Améscoa Alta está formada por los municipios de Aranarache, de Eulate,  y de Larraona. Hasta el siglo XVI, la Améscoa Alta se llamaba oficialmente el Valle de Arana, como el valle vecino de Álava. Estos “dos valles de Arana” estuvieron varios siglos a la gresca. No hay que olvidar que estas tierras fueron la frontera entre el Reino de Castilla y el Reino de Navarra desde el año 1.200, año en el Álava es conquistada por los castellanos y desgajada de Navarra. Numerosos son los documentos que atestiguan las continuas confrontaciones entre ambos valles. Por ejemplo, aquel en el que, en 1.416, el Rey Carlos III concede la remisión de los cuarteles (impuestos) a los pueblos de Eulate, Aranarache, Larraona y la Val de Améscoa, “considerando las grandes expensas, cargas y daños que sostienen sus moradores a causa de los debates con el señor de Lazcano y otros de la frontera de Castilla los cuales les habían hecho grandes agravios y tomado ganados”. 

Otro ejemplo: En el Archivo del pueblo de San Vicente se ha conservado un «Privilegio real del Rey Alfonso XI de Castilla del año 1344» en el que se dice: “que por privilegio del Rey Alfonso, nuestro visabuelo, el que pobló Contrasta y le dió el Fuero de Vitoria, por esto no son tenidos de pagar semoyo ni buey de marzo”. Contrasta continuó realenga hasta el año 1367 en que el Rey Enrique II concedió el señorío de esta villa a Ruiz Fernández de Gauna, Alférez Mayor de Castilla, en remuneración de los servicios y en particular del que le hizo en Nájera dándole el caballo para que huyese después de perdida la batalla. Pero este es otro tema…

Por todos estos problemas, los Reyes de Navarra otorgaron a los pobladores de las Améscoas el uso y disfrute del Monte Limitaciones, en el límite (nunca mejor dicho) de la Sierra de Urbasa.

Y ahí, justo en el límite de las Limitaciones encontramos este espectacular paisaje, en Ubaba, en el Balcón de Pilatos, donde la Sierra de Urbasa se abre a cuchillo para dejar salir al Urederra desde sus entrañas azules. Y así, con la finura de un cirujano, con la maestría de un escultor, se forjan los paisajes de mi tierra, que es la tuya porque la amas. 

Foto: “Panorama del Balcón de Pilatos “ de Cesc Jurado, mi amigo, que ama estas tierras y a sus gentes y así lo demuestra con sus fotos espectaculares.

Juan Goñi

0 comentarios:

Publicar un comentario