Estar seguro





Estar seguro solo de los árboles, anclados en la Tierra, obstinadamente seguros en su aferrarse a lo tangible; asidos para poder volar con sus hojas, mirando, sin despegar sus ojos verdes del Sol. Ellos, sin moverse, mueven el mundo. 

Estar seguro de los bosques, que en su vivir no desangran ni destruyen. Solo dan, solo conceden aire y espacio y tiempo. Bosques que originan dimensiones, más de tres, más de cuatro. Bosques en los que hundirse es salvarse. Bosques que son salvaguarda para la emoción y la comprensión. Estoy seguro de ellos porque en ellos estoy seguro.

Estar seguro de las aves, que siempre están aunque se vayan. Estar seguro porque no mienten cuando cantan ni cuando callan. Estar seguro de su promesa de volver y en su promesa de volver a marchar. Estar seguro de su promesa de permitirme, algún día, irme con ellas.

Estar seguro del calor de tu seno, cuando me aguardas. Estar seguro de tu vida, más que de la mía. Estar seguro de tu mirada, aun cuando me miras, aun cuando me ves inseguro. Estar seguro en la evidente seguridad de tu sinceridad. 

Estoy seguro de pocas cosas… por eso me aferro fuerte a lo evidente. 

Juan Goñi

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